Saber de donde vienes, saber adonde vas
Inspirémonos juntos para adoptar un enfoque sobre el crimen centrado en la persona, y diseñemos actividades internacionales, capacitaciones policiales y operaciones internacionales siendo sensibles al género y los derechos humanos.
Mi convicción más profunda
A lo largo de mi carrera en la policía, ha sido devastador ser testimonio de la violencia contra las mujeres migrantes y refugiadas y la falta de un enfoque sensible al género y derechos humanos en entornos nacionales e internacionales.
Como consecuencia de ésta experiencia, elegí el camino de la sensibilización, uniendo esfuerzos con voluntarios para crear conciencia y contribuir a la justicia social de mujeres y niñas de África supervivientes de violencia sexual con Magdala, REED en Canada, y la Fundación Alqvimia en España, y mi compromiso profesional con la reforma policial en varios países de Latino América, Asia y África.
Nuestro enfoque del delito necesita adoptar medidas específicas para prevenir, informar, abordar y brindar asistencia y remedio efectivo para todas las formas de explotación y abuso, incluida la violencia sexual y de género contra las mujeres migrantes y refugiadas que han sido traficadas.
- El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (2018) incluye el tema de la eliminación de la violencia contra los migrantes.
- La Plataforma de Beijing celebró en 2020 el 25 aniversario de la Declaración de Beijing que articuló una visión para que todas las mujeres vivan sus vidas libres de violencia.
- El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer redactó una recomendación en 2017 sobre la violencia de género que destacó que las mujeres en el contexto de la migración a menudo enfrentan un riesgo aumentado de violencia, en los países de origen, tránsito y destino.
- En “Mi Biblioteca” podéis encontrar mes a mes nuevas referencias y recursos institucionales y académicos, sobre éste tema.
A pesar de todos los esfuerzos del sistema de las Naciones Unidas, las agencias de policía internacionales y los estados miembros para crear conciencia y mejorar los sistemas de protección para las víctimas de la trata de personas y los seres humanos, la violencia contra las mujeres migrantes no se captura en las fuentes de datos tradicionales y su acceso a la justicia a menudo se pasa por alto por las leyes nacionales que buscan disuadir la migración irregular.
Existe una necesidad urgente de considerar la incorporación de la perspectiva de género en las leyes de migración para prevenir la discriminación contra las mujeres y garantizar el pleno respeto de los derechos de las mujeres y niñas.
He presenciado y reportado constantemente durante los últimos 12 años cómo las mujeres migrantes enfrentan formas interseccionales de discriminación, incluida la discriminación estructural y también la violencia dirigida y agravada en dos rutas de migración: el Mediterráneo y América Central.
Por esa razón, decido comprometer mi carrera como operadora de justicia y mi voz personal para crear conciencia de la falta de un enfoque interseccional en la elaboración e implementación de leyes y operaciones internacionales contra el tráfico de migrantes. Se necesita todavía abordar adecuadamente la situación de las mujeres refugiadas y migrantes, y otras mujeres sujetas a formas interseccionales de discriminación y violencia.
Según el Informe del Secretario General de la ONU (A74 / 235), viajar a lo largo de ciertos corredores de migración representa grandes riesgos para las mujeres y las niñas, incluido el riesgo de violencia sexual por parte de organizaciones criminales, traficantes de personas, otros migrantes y funcionarios corruptos. Por ejemplo, se estima que entre el 60 y el 80 por ciento de las mujeres y niñas migrantes que viajan a través de México hacia los Estados Unidos de América son violadas en alguna etapa de su viaje. A lo largo de la ruta del Mediterráneo, las estimaciones muestran que hasta el 90% de las mujeres y niñas son violadas en el camino a Italia.
A menudo hay una falta de políticas de migración sensibles al género y procedimientos estandarizados cuando los operadores de justicia, las agencias de aplicación de la ley ejecutan operaciones internacionales o reuniones transnacionales para abordar el tráfico de migrantes y la trata de personas. Esto puede resultar en políticas que naturalizan o exacerban los riesgos de poblaciones en situación de vulnerablidad, aumentan la discriminación y socavan el derecho de las mujeres en contravención de las leyes internacionales.
Este proyecto María Magdala tiene como objetivo apoyar a los operadores de justicia para abogar por los derechos humanos cuando trabajan en la primera o segunda línea en la frontera o en equipos de investigación.
También esperamos inspirar a los gerentes y directores de proyectos que trabajan en áreas TIPSOM a diseñar presupuestos sensibles al género cuando se ocupen de delitos relacionados con la migración. Pero en general, lo que intentamos hacer en Magdala, con María, es mirar el delito desde otro enfoque, donde la dignidad, la seguridad y los derechos humanos de mujeres, niñas, niños y hombres estén en el centro de nuestra misión de justicia global común.